jueves, 9 de octubre de 2008

La sintaxis de la imagen - D.A. Dondis (Capítulo 4)

4. La anatomía del mensaje visual:

Los mensajes visuales se expresan y perciben en tres niveles, estos son: representacional, simbólico y abstracto. Y entre estos mismos se encuentran interrelacionados. El acto de ver es el encargado de clasificar todas estas ramificaciones.
Cabe destacar que aprendemos instintivamente e intelectualmente a comprender y maniobrar con todo tipo de maquinarias y artefactos en el entorno basándonos en los mensajes visuales.
También es bueno comprender, que no todos vemos exactamente lo mismo a la hora de recibir un mensaje o información de este tipo. Hay observadores que ven más allá de lo que representa a simple vista un mensaje visual.

Representación:

Este nivel evoca a todo aquello que tenga semejanzas muy marcadas con el entorno real, que se pare en la descripción idéntica de lo que se expresa, por ejemplo, una fotografía.
Procura marcar bien todo detalle necesario que disponga, desde el color a minuciosas partes del mismo, para ser lo más cercano e identificable a lo real. Logran ser referencias fidedignas de la realidad, con un leve grado de abstracción (esto quiere decir, que no se ampara en cualidades efímeras en la representación, solamente las necesarias para identificar la realidad)

Simbolismo:
A la rama anterior, si se logra avanzar un grado más aún de abstracción, puede arribarse a un nivel simbólico. El mismo representa la simplicidad del objeto en su grado más alto, con la menor cantidad de detalles posibles (pero aún entendible). Ya que estos deben verse, reconocerse, recordarse y reproducirse.
Estos pueden involucrar un significado experimental o bien arbitrariamente atribuido. Para esto último, para que el mensaje llegue a ser comprendido, el observador debe tener acceso a cierta educación. Mientras más abstracto sea el símbolo, mayor va a tener que ser la educación.
Para mejorar la línea de la interpretación, debe tenerse en cuenta que el símbolo debe de ser sencillo, referirse a un grupo, idea, negocio, institución o partido político.
Debo recordar que no necesariamente este símbolo debe repararse en algún acontecimiento o producto de la naturaleza como en el primero de los niveles, bien puede ser netamente arbitrario, como por ejemplo, el símbolo de la paz. A veces, este grado de abstracción y necesidad de educación para su comprensión logra hacer que la transmisión de la información sea más exacta que uno que ha surgido en un primer momento de lo natural.
Esto se convierte en un código auxiliar del lenguaje escrito, donde se sintetiza aún más la información, lo que lo hace más viable a la hora de registrarla y comunicarla a una audiencia masiva. Por ejemplo, las notas musicales.

Abstracción:
La abstracción es el último nivel, el mismo no tiene reparos en guardar relación alguna con lo real, como es en el caso de lo representacional o simbólico.
Sirve para la comprensión y estructuración de los mensajes visuales, dado a que la misma es la reducción total de los esquemas planteados. Es una simplificación tendente a un significado más intenso y destilado, desprovista hasta el extremo de quedar reducida a una información representacional mínima. Y en su grado más ínfimo de pureza, puede no establecer conexión con lo visual conocido (sea ambiental o relativo a las experiencias)
En sus principios, la abstracción a nivel artístico, guardaba cierta similitud con lo real, alterando detalles en los elementos, así como eran el color, la luz, las texturas etc. Arribando al pronto paso a un total abandono de lo familiar, a favor del espacio, el color y la textura, dedicándose a las respuestas de contenido y composiciones meramente. Cambiando desde la preocupación por la observación, hacia la preocupación por expresar lo que dicta el corazón. Abandonando lo natural.

Interacción entre los tres niveles:

Durante el ensamblaje de un mensaje visual, se pueden disponer de los tres niveles planteados: representacional, simbólico y abstracto. Cada uno de ellos dispone de características especiales que ayudan entre ellos a delimitarse y resaltarse. Su interacción es lo que logra una mejor claridad en el mensaje. Es bueno mencionar que no tan solo el artista debe ser conciente de estos niveles para poder llevarlo a cabo, sino que también la persona que recibe el mensaje debe ser capaz de reconocer los mismos.
Cada uno de los niveles aporta algo a la comunicación del mensaje visual, el nivel realista aporta la semejanza con la naturaleza, lo que lo hace más comprensible, el nivel abstracto representa más lo emotivo, lo más puro de las expresiones, y en cuanto al nivel simbólico, por sus establecidos significados logra reforzar el mensaje visual de muchos modos.
Para la creación de un mensaje eficiente, el creador debe tener una gran secuencialidad de pasos y bocetos previos, logrando ubicar todo lo que desee explicar. El mensaje visual no es espontáneo, es considerado, es pensado y reflexionado. Debe seleccionar claramente cuales son los elementos de los que se va a valer y cuales van a ser su ubicación dentro de la composición para lograr su finalidad. Todo tiene un porqué dentro de la misma, y el estudiar la alfabetidad visual nos ayuda a comprenderlo.

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